viernes, 4 de febrero de 2011

Sin desperdicio.

Aguas sucias, aguas limpias

04.11.2008 - COVADONGA PORRÚA

NO, no se preocupen, que no les voy a hablar del déficit hídrico de la provincia, esa cifra que parece el misterio de los años de Lola Flores (que en paz esté). No. Les voy a hablar de algo mucho más prosaico y menos glamouroso: de las aguas fecales. O, mejor dicho, de cómo nos las están limpiando, en el más estricto sentido de la palabra limpiar.

Resulta que ayer mismo, llegaron los señores de Acuamed; que es la sociedad estatal que se encarga de la Cuenca Mediterránea. Ya saben, la que ahora tiene que arreglar la chapuza que se hizo en tiempos aznariles: construir una desaladora, la de Carboneras, toda llena llenita de tecnología punta, pero a la que se les había olvidado poner (Dios nos asista) un cacho de empalme para poder llevar el agua desalada desde Carboneras hasta Carboneras.

Bueno, pues estos señores, que se están gastando una pasta en esa conexión, y en la de llevar el agua hasta el Bajo Almanzora, y en la planta de Dalías (110 millones de euros), son también los encargados de las mejoras en las depuradoras de Adra, Roquetas y El Ejido.

Depuradoras que se encargan de limpiar nuestras agüitas residuales (o, más exactamente, nuestras cacas) y evitar que vayan así, en su estado puro, hasta el Mare Nostrum. Vaya por delante que los señores de Europa ya nos han amenazado y hasta abierto varios expedientes, precisamente por eso, por ser unos guarros de tomo y lomo.

En más de una ocasión les he hablado de la maravillosa valla atrapa-cacas que hemos tenido instalada en la playa de Aguadulce, y que se había convertido en un atractivo más para nuestro achuchado sector turístico. Tanto, que creo que la voy a echar de menos a partir de ahora.

Porque, albricias, y ahí llega el quid de la cuestión, resulta que las tres depuradoras de las que antes les he hablado, llevan instalado un sistema que permite no sólo no guarrear el mar, sino también reutilizar las fecalidades, previo paso por tubos, gomas y centrifugadoras horripilantes (les aseguro que es como el cacharro ese que sale en un anuncio de caldo: una cubeta gigante con unas aspas que van dando vueltas en mitad del hedor), para regar tomates, campos de golf y jardines. Se han invertido 10 millones de euros, y van a permitir ahorrar 10 hectómetros cúbicos de agua al año.

Ante eso, fetén. Si no fuera porque, según me comentaba algún que otro experto, resulta que el sistema está inventado desde el año 86. Del siglo pasado, digo.

Pero hay otro problema añadido. Cualquiera que pase por allí, o por 10 kilómetros alrededor el día que sopla a barlovento, puede perfectamente señalar en el punto exacto en el que está la depuradora de Roquetas. Por el olor, digo.

La culpa de la peste, que la depuradora se ha quedado ya pequeña. Vamos, que ahora que tenemos sistema terciario (que es como se llama), va y resulta que no da abasto. Menos mal que ya nos han advertido que esto es sólo la primera fase, y que en seguida, en seguida, va a ampliarse.

Por si las moscas, y ante la celeridad típica a que nos tiene acostumbrada la Administración, les recomiendo a todos los usuarios de Vícar, Mojonera, Roquetas, Adra, El Ejido y Balanegra que, por si las moscas, tomen mucho arroz y mucha manzana, que son astringentes.

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